Lurna, es el tercer cortometraje de Nani Matos. Una ficción que bien podría ser real, algo que sucede a diario oculto a los ojos de la mayoría de nosotros: la trata de personas para fines sexuales.
Se rodó en 4 jornadas y media en Pontevedra y alrededores, con un total de cinco decorados interiores y otras tantas localizaciones exteriores. A continuación explico como lo hicimos a nivel de cámara y luz.
El comienzo
El mayor problema fue la falta de tiempo de pre producción. Es un corto ambicioso y yo no quería hacerlo de cualquier manera. Cuando Nani habló conmigo estaba haciendo una serie que me dejaba poco tiempo y energías para ponerme con el corto, y el problema fue que al terminar la serie ya solo quedaban unas dos semanas para empezar a grabar de las que a penas podía disponer de unos días libres para este tema. En ese poco tiempo se eligieron localizaciones, hubo una reunión general de todos los departamentos, y pacté con Nani la planificación de casi todas las secuencias. Me interesaba bastante cerrar la planificación de las secuencias por varios motivos:
– Al disponer de poco tiempo, hubo que cerrar localizaciones que no fueron muy adecuadas especialmente a nivel de luz. Me refiero a que eran difíciles de iluminar por distintos motivos. A si que el cerrar los tiros de cámara y pactarlos con el director, me aseguraba de antemano tener todo lo más a favor de la cámara posible.
– Por otro lado el presupuesto del corto era bajo, teniendo que asumir Nani casi todo el coste del proyecto, por lo que me veía en la obligación de cerrar un listado de luz justo con lo que iba a usar ni más ni menos. Sin esta planificación sería dificil ese ajuste tan detallado.
– Otro tema, es que Nani y yo no habíamos trabajado nunca juntos, y aunque mis sensaciones eran buenísimas (como después confirmé), no había tanto tiempo de rodaje como para grandes debates en el set sobre como realizar cada secuencia.
Con mi equipo tuve mucha suerte. Conté con gente con la que ya había trabajado recientemente en Casa Manola (TVG), a si que estabamos «engranados», y como a mi me gusta, son personas muy polivalentes que aportan muchísimo en el set. De ayudante estuvo Oscar Manuel cajide «Capi», de gaffer Pol Cobas, y de eléctrico Adrián Gonzalez.
La cámara
La elección del equipamiento de cámara estaba condicionada por: el presupuesto ajustado, normal en el mundo corto; por tener solo un ayudante de cámara (sin auxiliares); y porque no iba a tener mucho tiempo de hacer pruebas ni experimentar con equipos que no conociese. A si que todo eso me llevaba a elegir un equipo de gama media que diese buena calidad, que fuese ligero, operativo, y que lo conociese o que no supusiese meterme en algo totalmente nuevo para mi. La elegida fue la Canon C300 con la que ya había trabajado más veces. Una grandísma cámara para mi gusto. Me encanta la imagen que da, lo operativa que es, su funcionamiento a ISO altas, y aunque graba una señal 4:2:2 procesada, el resultado está sin duda a la altura de otras de gama más alta.
Donde Nani hizo un esfuerzo muy grande, fue en asumir el alquiler de las ópticas Zeiss Compact Prime 2 (CP2). En un principio yo había pensado en trabajar con ópticas fotográficas Canon L por economizar, pero finalmente le propuse a Nani que valorase este alquiler porque además de la gran diferencia que existe de calidad en general, son ópticas muy luminosas, ligeras, y había varios momentos del corto en los que tenía pensado meter perlas y luces contra la óptica, y ese es un punto notablemente fuerte en este tipo de lentes. Además gracias a esto me di el gusto de trabajar con algo distinto y mejor de lo que suelo trabajar normalmente.
El tipo de imagen
Nani y yo queríamos una imagen naturalista con cierto aire documental. Todo esto le da ese punto de realidad que esta historia necesita. Nani apostó desde el principio por tener un corto con una imagen cuidada, lo que hizo que yo pudiese trabajar cómodo.
Una de las primeras cosas que le propuse fue componer para formato 2,35:1. La verdad es que tenía ganas hace tiempo de hacer algo en este formato por la estetica cinemetografica que le otorga el echo de ser más panorámico. Pero además, había otra razón más tecnica en la elección. Ya dije que algunos decorados no eran muy adecuados para la colocación de las luces, a si que ver menos por arriba, permitió poder iluminar algunos sitios sin ver los focos, y poder abrir los planos más a lo ancho que a lo alto.
El diafragma procuré tenerlo casi siempre abierto a tope, son muy fan de la profundidad de campo reducida, y como el foco lo llevé yo, pues no le hice la vida imposible a nadie. La única secuencia en la que conté con un foquista (Juan Morgade) fue el plano en que aparece el título del corto, en la comisaría, que al ser en steady a la fuerza necesitaba usar un remoto. Por cierto que ese fue el único plano del corto en el que tuve que usar una óptica fotográfica ya que usé mi antiguo remoto de foco que no movía las CP2.
En cuanto a temas de configuración de la cámara, aunque parezca extraño, no usé la gamma Canon Log. Usé la Wide Dinamic Range algo modificada. Es una gamma no tan amplia como la Log, pero que lo que se graba se puede ver tal cual. Esto se debió a que en el momento de empezar el corto no sabía quien iba a etalonar la imagen y por tanto preferí llevarme de cámara una imagen casi casi final. Con las curvas Log ganas algo más de latitud pero no vale cualquiera para procesarlas. Al final hubo suerte (mucha) y el corto lo etalonó Fernando Alfonsín, todo un lujo la verdad. Aun así me quedé muy contento con el resultado del bruto de cámara, no hay nada como conocer lo que se está usando para poder sacarle partido.
La grabación
Una de las cosas más curiosas que resolvimos fue el asalto nocturno al furgón. En principio pensé en hacer la primera parte, en la que simplemente van en la furgoneta, a ultimísima hora del día sin usar más luz que la luz residual del día, pero como la localización (el entorno) tenía muchas cosas que no se podían ver (se supone que eso estaba ocurriendo en Africa) preferí hacerlo en noche cerrada y claro, tuve que ponerle algo de luz para que se viese, a pesar de que me inquietaba la idea de que pudiese quedar artificial ya que seguramente en la realidad irían totalmente a oscuras. Pol y Adrian colocaron algunas planchas de LitePad en el techo convenientemente filtradas simulando luz interior de la furgoneta. Una vez que llegan los asaltantes, está todo resuelto con la luz de los coches de escena, y solo en la parte final cuando están en fila, reboté un halógeno al suelo para apoyar. A nivel de cámara decidimos ver el asalto desde dentro de la furgo fundamentalmente para no perder el punto de vista de Lurna, porque le da un aire más real e inquietante, y además porque así se veían con menos detalle las acciones de fuera ya que los actores que participaron en la secuencia creo que era la primera vez que actuaban en su vida. Por cierto, que lo hicieron genial teniendo en cuenta además que se grabó todo en muy poquito tiempo, prácticamente a toma única.
El puticlub en el que aparece Lurna también fue un decorado complicado. En este caso casi nada en la localización ayudaba, necesitó bastante más tiempo de preparación del que me hubiese gustado, y aun así fue complicado porque no había altura ni sitios en donde anclar los aparatos. La verdad es que Pol y Adrián hicieron un grandísimo trabajo allí para ir poniendo las luces lo más discretamente posible, y como digo, con la complicación de que anclar los aparatos fue una aventura. Al final la base azul y el humo le dan cierto empaque. Este decorado y el asalto están resueltos con la óptica a pelo, sin matte box, para favorecer las entradas de luz.
El decorado del mafioso lo resolví solo con una plancha de fluorescentes cenital bastante cerrada por los laterales, más el uso de DedoLights y dinkys para contras y puntos de luz en los fondos. La plancha, es una construcción de David Melero que le encargué para Casa Manola. Se trata de una estructura de madera en la que van acoplados fluos de 0,60 y que tiene la ventaja de que da una luz suave y ocupa muy poco. Muy útil en interiores naturales con techos bajos. Como se ve en la foto de abajo, traté de jugar con puntos de luz colocados estrategicamente, y esos puntos están regulados y con bombillas de tugsteno de toda la vida.
Por lo demás, comentar que el corto está grabado mayormente con el 50mm, especialmente hablo de los planos medios que priorizan sobre cualquier otro en el total. Esta óptica me gusta porque situa al espectador cerca de los personajes, los fondos rompen igual, pero estamos en una relación de cercanía con los actores.
A nivel de aparatos de luz, en general está resuelto todo con aparatos pequeños: DedoLights, dinkys, Kinos cortas, y solo en la secuencia de la comisaría usé como apoyo/relleno tres Velvets 2. Precisamente en comisaría, en la parte donde la interrogan, era para mi fundamental contar con sol estable en el exterior, que a la hora de la grabación (por la tarde) yo sabía que entraría directo por las ventanas. Después de muchos día de sol abrasador en Pontevedra, justo esa mañana estuvo nublada (incluso con algo de lluvia) con lo que yo me temía lo peor, pero al final salió el sol por la tarde y eso le da a esa sala mucho más encanto e intención en la luz. Lo mismo pasa con la escena final. Desde el principio Nani y yo nos la imaginamos con ese sol con la que la grabamos que le da una carga emocional especial, pero son cosas que quedan a la suerte, que en estos casos nos acompañó.
Etalonaje
Como ya comenté, usé una curva de gama en la cámara que me daba una imagen bastante finalizada. La verdad es que yo grabo muy cómodo así, haciendo lo más posible en cámara. El etalonaje no fue muy agresivo en general, pero sí marcó definitivamente la intención de la imagen. Mientras que la parte africana y del Club se contrastó mucho más y se cargó de color, la parte de la comisaría va mucho más suave y fría. Estos contrastes que son quizás tópicos, funcionan visualmente muy bien.
Conclusiones
Está claro que una vez hechas las cosas, muchas las volveríamos a hacer de otra manera. Pero en general me quedé muy contento, aunque para mi gusto me faltó tiempo de pre. Quizás para otros el tiempo que le dediqué seguro que es más que de sobra, pero para mi el trabajo previo meticuloso es sinónimo de éxito, y de que luego en set puedes cambiar cosas, pero ya en base a algo pre establecido. Sobre todo por darme el lujo de hacer las cosas de forma distinta a como las tenemos que hacer muchas veces en «modo televisión» por falta de tiempo.
Por lo demás tengo que decir que el equipo humano que se juntó fué un 10 en todos los sentidos, e hicimos muy buenas migas lo cual creo que se nota en el resultado final.
Podeis ver el corto completo aquí
Por último agradecer a Diego de Coo sus maravillosas fotos de making.